El confinamiento y el mundo distópico 3.0

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Soy fan de los libros distópicos, como creo que ya dejé claro con mi artículo: ¿qué es distopía?. Me encantan los libros con historias de ciencia ficción cercanas de nuestra realidad que nos muestran cómo podría ser nuestro futuro si caemos en algunos errores (por ejemplo, la bomba atómica). Han sido escritos para concienciarnos y evitar que ese futuro se vuelva realidad. Pero en el momento en que escribo este artículo (principios de marzo 2020), muchas personas dicen que el confinamiento es una situación que nos crea miedo como si ya estuvieramos viviendo en una distopía.

Una distopía sería una historia en la que el o los personajes principales se dan cuenta de que la utopía que piensan que están viviendo es en realidad una sociedad opresiva (generalmente por un gobierno totalitario, a veces teocrático, tecnológico…) y tratan de luchar contra esa sociedad.

Teniendo en cuenta esta definición de distopía, creo que el confinamiento no puede considerarse una, por 3 razones:

1. ¿Dónde está la utopía en el confinamiento?

¡No hay! No creo que haya nadie que se sienta feliz encerrado en casa, por muy maravillosa que sea su morada 😉

Lo llevamos mejor o peor, pero ¿felices? Hay parejas que no han podido casarse, o que no han podido irse de vacaciones a un sitio que soñaban visitar desde hacía años… esos habrían sido seguramente uno de los momentos más felices de sus vidas. El confinamiento es otra cosa, y no nos hace ni felices, ni forzosamente infelices.

2. No estamos confinados de forma despótica por un gobierno totalitario.

Por mucho que nos quejemos de los gobiernos de nuestros países, el confinamiento o lo que antes hemos llamado cuarentena, es una medida que existe desde hace siglos y que los organismos de salud pública sabían que deberían utilizar en caso de epidemia. A ver, que si nos cortaran la comunicación con el exterior, ya sería otra cosa… Pero intentan convencernos con argumentos entendibles, científicos. El resto de la sociedad y sobre todo los médicos y epidemiólogos nos lo explican de manera espontánea por las redes sociales… no es solo el gobierno.

Libertad Los desposeídos

Sí, está prohibido, nos pueden poner multas si salimos de casa. Pero ¿desde cuándo las multas nos han impedido aparcarnos en doble fila? ¿Por qué las reglas de circulación no se consideran totalitarias y están comúnmente aceptadas? Porque se fijaron para conseguir que pudiéramos circular todos con seguridad. Nadie pondrá en duda la utilidad de esas reglas cuando se trata de parar a alguien que circula en la autopista en sentido contrario, ya que pone en peligro la vida de mucha gente. Lo mismo pasa ahora con las medidas para impedirnos salir y así evitar que haya contagios, por el bien de la sociedad. Desgraciadamente no todo el mundo quiere entenderlo. Como habrá gente que será irresponsable y conducirá borracho.

3. No hay una rebelión de héroes o científicos que intentan convencernos de salir del confinamiento con argumentos viables.

Por supuesto que no tengo en cuenta ni a los conspiracionistas basados en falsas noticias, ni a los antipolíticos que van a decir lo que sea para criticar al gobierno en el poder (en los países de izquierdas y de derechas… da igual el color). Y sí, hay críticas más que justificadas que se les puede hacer a nuestros gobiernos, pero la primera sería: ¿por qué no nos habéis confinado antes?


El mundo distópico 3.0

Pero atención, creo que este confinamiento puede acercarnos a la velocidad de la luz de un mundo distópico propio de 1984 o Nosotros o Un mundo feliz, por las 4 razones siguientes:

1. Porque si tenemos que elegir entre salud e intimidad, todos elegiremos la salud.

Estamos poniendo como ejemplo para salir del confinamiento las culturas asiáticas como China o Corea del Sur que han utilizado los datos personales para controlar los desplazamientos de la población y así reducir los confinamientos y los contagios.

Pero como decía en el artículo sobre el mundo digital: L’homme nu, los objetos conectados van a imponer a todo el planeta la normalización disciplinaria que tanto temía el filósofo francés Michel Foucault. Consiste en hacer que la gente y sus actos sean conformes a un modelo.

Es necesario que luchemos aún más por la protección de nuestros datos personales y el uso que se hace con ellos.

2. Porque la solidaridad entre países o el libre mercado no han funcionado bien

Los precios de las mascarillas han aumentado más rápido que la curva de contagios. Los encargos a China han sido robados en los aeropuertos entre países gracias al mejor postor. Como ya incluí en el artículo de Sapiens de Yuval Noah Harari, parece necesario regular el mercado.

Y sin la solidaridad de países por razones de salud es díficil tener esperanzas en la protección del medio ambiente, un terreno donde se necesitan soluciones mundiales en detrimento de la economía capitalista.

3. Porque la sociedad se está volcando aún más en las grandes distracciones de las empresas del big data

¿Qué sectores se benefician del confinamiento? La pornografía en línea, los juegos de ordenador, las series en streaming… como ya expliqué en el artículo del mundo digital: L’homme nu es una forma de distraernos:

«El mundo digital consigue que se consuma de manera compulsiva. Anticipando cada vez más nuestras expectativas de consumidor, saturándonos de pornografía o distrayéndonos con videojuegos u otras ficciones, los maestros de la big data anestesian nuestro espíritu crítico.«

Hombre conectado mundo digital y libros distópicos

Y como dije en la reseña de Rebelión en la granja, es más fácil gobernar a una granja ignorante. Así que hagamos un esfuerzo durante el confinamiento para aprovechar el tiempo y aprender más.

4. Porque el confinamiento va a afectar a las empresas industriales.

Estamos en un momento de la historia de la humanidad épico donde veremos quién gana el pulso entre las grandes empresas industriales y el gobierno. Y demos gracias porque las empresas del big data no están en peligro con el confinamiento, si no, los gobiernos ya nos habrían sacado de casa para trabajar y salvar la economía, creo yo…

Es un momento donde todas las empresas y gobiernos van a cuestionarse la mundialización: para repatriar, e incluso nacionalizar algunas fábricas como las de guantes, mascarillas, medicamentos y material de laboratorio; pero también para aumentar la automatización y el teletrabajo en países con mano de obra más barata.


Conclusión optimista

Seguro que puede haber otros riesgos que no haya visto o citado. Pero como ya comenté en el artículo: libros para que las distopías no se conviertan en realidad, creo que tenemos que ser optimistas y ver también todo lo bueno que este confinamiento nos aporta:

  • El acercamiento con los vecinos.
  • La disminución de la polución, o al menos, la disminución de la diabolización del transporte terrestre y la identificación de los verdaderos culpables en la industria.
  • El aumento de la población deportista, y/o más relajada gracias a la meditación o al yoga
  • El acceso a la educación en línea de manera generalizada
  •  Etc, etc.

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Foto de un hombre mirando por la ventana de Jose Antonio Gallego Vázquez, foto de unas manos en unas rejas de Mitch Lensink y foto de un hombre con gafas de realidad virtual y rodeado de cables de Artyom Kim, todas ellas encontradas en Unsplash.

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