6 razones por las que recomiendo leer «Nosotros», Zamiátin

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¿Por qué este libro «Nosotros» de Zamiátin se cita como la primera distopía? ¿Cómo se ha convertido de golpe en mi libro distópico favorito? ¿Cómo puede gustar a tantos tipos de lectores diferentes?

Resumen del libro «Nosotros» de Zamiátin

Como dije en el artículo qué es distopía, el que se considera el primer libro distópico clásico es «Nosotros» de Evgueni Ivánovich Zamiátin, escrito alrededor de 1920. El escritor ruso supo incluir en esta historia una intriga, un romance, una poesía y una reflexión histórica y de ciencia ficción al mismo tiempo.

Cuenta la historia de D-503, el constructor de la Nave Integral del Estado Único que servirá a imponer el yugo de la razón a los seres de otros planetas. Pero la tranquila vida de D-503 se verá perturbada por la aparición de una mujer, I-330.

Aquí debajo os dejo las seis razones por las que recomiendo leer este libro (sin spoilers):

1. Porque fue escrito por un ingeniero apasionado de letras.

E.I. Zamiátin era un ingeniero ruso apasionado de las letras. Eso le permitió plasmar en la novela varias poesías con léxico futurista, con imágenes de maquinaria y mediante la fusión de vida y ciencia. Gracias a esa mezcla, creo que este libro gustará a lectores de letras y de ciencias.

“Hay dos fuerzas en el mundo: la entropía y la energía. Una tiende hacia el reposo beatífico y el feliz equilibrio. La otra, hacia la destrucción del equilibrio y el angustioso movimiento infinito”.

2. Porque es intimista, escrito en primera persona.

Es el diario del protagonista, D-503, que quiere explicar a posibles extraterrestres el modo de vida de su mundo. Desde mi punto de vista, esta historia contada en primera persona consigue que te sientas identificad@ con él. Esa empatia ayuda también a no querer despegar los ojos del libro siguiendo sus aventuras.

“Yo, D-503, el constructor de la Integral, soy tan solo uno de los matemáticos del Estado Único. Mi pluma, habituada a las cifras, no es capaz de crear una melodía de asonancias y rimas. Únicamente intentaré anotar lo que veo y lo que pienso…”

Ese estilo de historia, contada de forma autobiografía o de diario, me recuerda al libro distópico «El cuento de la criada» de Margaret Atwood, o al libro histórico y gráfico de «Persépolis» de Marjane Satrapi.

3. Porque está considerado como «la primera novela distópica».

Citan este libro como la primera distopía clásica puesto que fue escrita alrededor de 1920. Dicen que Georges Orwell se inspiró de esta historia para escribir el libro «1984». «Nosotros», a su vez, estuvo muy influenciada por H.G. Wells, el padre de la ciencia ficción.

Pero también se ven las influencias de la religión católica, de la política de los años veinte, y de la sociedad soviética y británica en las que el autor había vivido. Es una historia compleja por sus múltiples interpretaciones en el contexto del año de sa publicación: 1923, por lo que fue la primera novela prohibida por la Glavnist, el órgano censor del régimen soviético.

“Mi trabajo más burlón y más serio”

Dijo el escritor Zamiátin sobre el libro.

Lo que más me sorprende de esta historia, escrita hace casi 100 años, es que sea tan actual. Las relaciones humanas son universales y sin carga de esteriotipos propios de su época. Y los temas que trata nos obligan a pensar en nuestra sociedad, en nuestros valores, en la organización de nuestra vida. ¡Es definitivamente una historia de las que me gustan!

4. Porque los capítulos son poesía y están construidos con intriga.

Varios de los capítulos terminan con una pregunta dejándote con ansia por seguir leyendo. El mismo personaje llama a esta técnica «pregunta-gancho». Eso hace mantener la intriga de lo que va a pasar entre los capítulos. Pero dentro de cada uno de ellos también hay una construcción mágica alrededor de una imagen, un tema, un evento. Creo que el mejor ejemplo de esta excelente construcción de los capítulos y de la poesía de la descripción, es el 23 (los capítulos están numerados sin título). Empieza así:

“Hay flores que solo despuntan una vez al año —se dice—. ¿Por qué no ha de haber otras que florezcan cada mil o diez mil años? Tal vez hasta ahora no lo hayamos sabido por la simple razón de que esa vez-cada-mil-años toca precisamente hoy.”

Te dejo descubrir cuando lo leas, la metáfora con la abeja y las flores que utiliza hasta el final del capítulo. De forma tan sutil, que no resulta empalagoso.

5. Porque el libro está escrito con una maestría absoluta del ritmo y de la tensión progresiva.

Zamiátin intercala párrafos con frases cortas, y frases cortas con palabras individuales. También aumenta o disminuye la longitud de los capítulos para crear la tensión (recomiendo que veas como ejemplo el 33). Manteniendo siempre la incógnita sobre lo que le pasará al personaje, los retos y obstáculos que se le presentarán, y las subtramas alrededor de él.

“Tropecé con los tirantes cables que el viento curvaba y fui corriendo a buscarla. ¿Por qué? No lo sé. Iba dando traspiés. Calles desiertas, una ciudad extraña y salvaje, incesantes graznidos de pájaros… El fin del mundo.”

6. Porque la historia es mucho más que un mundo imaginario o una crítica política.

No es solo una historia de ciencia ficción, una crítica política o cultural, el libro analiza varios temas sociales como pueden ser:

  • el control del ritmo de vida de las personas por las Tablas de Ley que regulaban los horarios para levantarse, acostarse, ir a pasear…
  • el control permanente del individuo: talonarios para mantener relaciones sexuales con determinadas personas validadas, paredes de cristal para poder ser visto por cualquiera (salvo en horarios considerados personales y justificados con los dichos talonarios), etc.

El libro es un constate dilema moral entre la libertad y la felicidad, entre los impulsos y el control, entre la tentación y la obligación moral. Es un libro que habla del descubrimiento de nosotros mismos, de nuestras emociones, y de nuestra posición en la sociedad:

“Quizá no soy un fagocito que devora diligentemente microbios destructores (pecosos y con sienes de venas azuladas). Puede que sea un microbio. Puede que lo sean miles que creían ser fagocitos…”


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