«Un mundo feliz», Aldous Huxley: 8 temas sociales poco feministas

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«Un mundo feliz» de Aldous Huxley es un libro distópico clásico (1932) de imprescindible lectura.

Resumen de «Un mundo feliz»

Es una obra literaria de anticipación (ver artículo: qué es distopía) donde presenta un hipotético escenario futuro en el que todo vestigio del pasado ha sido erradicado con la finalidad de sellar una nueva era de la humanidad totalmente desprovista de contenido y sentido histórico. Transcurre en el año 632 después de Ford, de la fabricación del primer Ford T en 1908 (2540 de nuestra era, aproximadamente).

Influencias en la escritura.

Cuando Aldous Huxley (de nacionalidad inglesa) escribió el libro distópico «Un mundo feliz» (o «Brave New World» en inglés), había vivido en la Italia de Mussolini, en Francia, y visitado España antes de la guerra civil (se apasionó de hecho de Almería, y le dedicó un poema. Pero también de la pintura de Goya y de Velázquez). Huxley no dudó en irse a Estados Unidos en 1937 para huir de los gobiernos totalitarios, principalmente el italiano. En América, trabajó como guionista y se interesó en la espiritualidad budista. Por entonces, se empezaba a experimentar con drogas y no dudó en proponerse como cobaya.

Estructura del libro.   

«Un mundo feliz» no está estructurada de la forma clásica. No tenemos un personaje principal que seguimos desde el principio hasta el final. Leemos buscando cuál será el conflicto de la historia, y quién será el personaje que critique la sociedad que se nos presenta en los primeros capítulos. Y cuando creemos tener al fin identificado al que será nuestro héroe, descubrimos que no lo es y un nuevo personaje toma el relevo.

Sin embargo, me parece que Huxley fue muy osado en la creación de los personajes masculinos. La transformación psicológica de Bernard Marx o John son palpables. Nadie es completamente bueno o malo.

Lo maravilloso de este libro se encuentra sobre todo en los temas sociales de los que trata el autor:

  • Su mundo está buscando la estabilidad con la erradicación de las emociones negativas y la violencia gracias al condicionamiento o manipulación de masas:

«Ese es el secreto de la virtud y la felicidad: amar lo que uno tiene que hacer. Todo condicionamiento aspira a esta meta: hacer que la gente ame su ineludible destino social».

  • Busca la felicidad, y para ello, cada emoción negativa viene acompañada de una dosis de «soma», la droga perfecta:

“—El fue y el será me ponen enferma —recitó Lenina moviendo la cabeza—, el presente soy yo con el gramo de soma”.

  • Habían descubierto un principio de enseñanza durante el sueño, o hipnopedia. Como instrumento de enseñanza intelectual.

«Tirar es mejor que remendar, tirar es mejor que remendar, tirar es mejor…».

  • La religión desaparece con la supresión de la vejez y la pérdida del miedo a la muerte.

«Mantenemos artificialmente sus secreciones internas para estabilizarlas en un equilibrio de juventud. Les ponemos transfusiones de sangre joven. Mantenemos su metabolismo constantemente estimulado. (…) Juventud casi intacta hasta los sesenta años, y después, ¡zas!, se acabó».

  • La frustración no existe gracias al condicionamiento humano, a la sociedad de consumismo con muchas distracciones (sensocines y deportes), y gracias a la promiscuidad sexual:

“Todo el mundo pertenece a todo el mundo”

Es importante comentar otros temas sociales del libro que hacen reflexionar y están bien construidos:

  • La reproducción asistida y clonación (el método Bokanovsky en el libro). Es en 1978, quince años después de la muerte de Huxley que nace la primera bébé probeta del mundo; y sólo en 1996 se clona a la oveja «Dolly».
  • La manipulación genética para la repartición de las castas, con Alphas, Betas, Gammas, Deltas y Epsilones. Utilizan la organización de Pareto, un regla que nosotros utilizamos para explicar la repartición de la riqueza.
    • Las castas se diferenciaban gracias a sus uniformes de colores. Es algo que encontramos también en «El cuento de la criada» de Margaret Atwood escrito años más tarde.
    • Las personas de color estaban en las castas más bajas. Así como los enanos, deformaciones que provocaban durante la gestación en cadena.
  • La desaparición de la historia y el arte, su obesión es el presente, por eso cambia el calendario a partir de la fabricación del primer Ford T en 1908.

«Todos recordarán, supongo, aquella hermosa e inspiradora máxima de nuestro Ford: «La historia son pamplinas». La historia —repitió lentamente— son pamplinas».

Encambio Huxley no fue muy visionario encuanto a la posición de las mujeres en esta sociedad futurista:

  • Las mujeres tienen papeles secundarios y son adictas a las drogas.
  • Huxley describe un mundo donde las mujeres no se quedan embarazadas (procreación en cadena, como los coches de Ford de la época), pero tienen tratamientos sucedáneos de embarazo (¡como si una mujer no estuviera completa sin quedarse embarazada, oh my Ford!)
  • La promiscuidad sexual no impide que los hombres sigan viendo a las mujeres como objetos, lo que me hace pensar que las mujeres de este mundo también pueden sufrir agresiones físicas.
  • Y el que la mujer dé el primer paso para iniciar una relación no parece ser algo habitual, como si los estereotipos femeninos marcando la relación hombre-mujer no hubieran desaparecido del todo. Es evidente que la sociedad está también controlada por los hombres, sigue siendo un patriarcado.
  • De hecho, mantiene a las mujeres en asociaciones (“AJMF” – Asociación de jóvenes mujeres fordianas) para animarse a entrar en acción. ¿De verdad que no han sabido utilizar el condicionamiento? – aquí Huxley no supo ser un visionario.

Así que este libro me ha hecho admirar aún más los personajes de «Nosotros» de Zamiátin, escrito varios años antes, y con muchos menos estereotipos. Sigue siendo mi distopía favorita.

Con respecto al estilo literario del libro, me siento frustrada por la estructura, por la dificultad de empatizar con los personajes y por el hecho de no haber leído Shakespeare y este libro en su lengua original, el inglés. Sus múltiples referencias a Shakespeare enriquecen los diálogos y permitirían entender mejor las reflexiones que hace uno de los personajes, daría más relieve a su evolución psicológica.


¡No dudes en leer el libro distópico «Un mundo feliz» de Aldous Huxley!

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