¿Cuáles son los temas sociales y los mensajes importantes de esta distopía del matriarcado de Naomi Alderman: «El poder»? ¿Es un libro distópico feminista?
En la época que vivimos en la que se reprocha a las mujeres ser «feministas» o incluso «feminazis» creo que hablar de él puede considerarse polémico. No es mi intención. Si hago esta reseña es porque me parece un libro muy útil para entender conceptos dentro del feminismo. Sin embargo, no creo que se trate de una distopía «feminista» (ver artículo qué es distopía), sino de una distopía del miedo que todos, hombres y mujeres, podemos tener frente a exageraciones del movimiento feminista. De la misma manera que otras distopías tratan del miedo que podemos tener frente a regímenes totalitarios o teocráticos, como El cuento de la criada de Margaret Atwood (mentora de Naomi Alderman).
No solo no lo considero una distopía «feminista». Creo incluso que podría ser contraproducente para el movimiento por la igualdad de género. Te lo explico más abajo, pero empecemos clarificando el concepto de matriarcado que encontramos en la novela.
Matriarcado versus igualdad de género.
Cuanto más me informo sobre el movimiento feminista, más soy consciente de que no todas las personas lo entendemos de la misma manera. Vivimos en un patriarcado* desde hace tantísimos años que nos es difícil concebir como podría ser la vida si viviéramos en un matriarcado*.
*El patriarcado o el matriarcado serían sociedades en las cuales los hombres (del latín : pater) o las mujeres (mater) poseen autoridad y liderazgo en diversos roles sociales, políticos, económicos y familiares.
Muchas mujeres no quieren remplazar el patriarcado por un matriarcado, quieren solo la igualdad de género. La pregunta que podríamos hacernos es si no es utópico pretender la igualdad partiendo del patriarcado en el que vivimos. ¿Podremos algún día ignorar las diferencias reales que existen entre hombres y mujeres y tratarnos como si fueramos iguales? Quizás nos haga falta un sistema parecido a la «caliagnosia» que inventó Ted Chiang para que los personajes de su relato de ficción no se vieran afectados por la belleza; en nuestro caso sería para ocultar las diferencias de género… umm parece muy complicado.
Visto esas dificultades para imaginar una sociedad con igualdad de género, otras mujeres piensan que el patriarcado solo puede ser remplazado por un matriarcado. Pero, ¿qué clase de matriarcado? Los defensores de esta idea piensan que un gobierno mayoritariamente femenino nos traería paz al mundo, protección al medio ambiente; todo ello propiciado por el hecho de que las mujeres son en mayoría madres, han sufrido por traer al mundo a sus hijos y quieren lo mejor para ellos.
Pero los detractores del matriarcado piensan que algunas feministas desearían invertir completamente la situación. Es decir, que el matriarcado traería consigo una especie de venganza de géneros para compensar todo lo que las mujeres han soportado durante miles de años, y que favorecería a las mujeres de la misma manera que el patriarcado ha favorecido a los hombres. Es sobre esta premisa que Naomi Alderman ha desarrollado su novela «El poder», yendo hasta los aspectos más negativos de un posible matriarcado.
Matriarcado: ¿superación física?
Una de las teorías que explica porqué la mayoría de las sociedades humanas han sido patriarcales es la superioridad de la fuerza física del hombre (ver lo que Yuval Noah Harari dice en su libro Sapiens). Y aunque no ha sido probada (como ninguna de las otras teorías que existen, de hecho) Naomi Alderman utiliza esa teoría para que la sociedad se transforme en un matriarcado. En la trama del libro las mujeres descubren de pronto que tienen el don de la electricidad. Con un poco de entrenamiento son capaces de producir energía y de enviar descargas eléctricas que hieren e incluso matan con un destello a aquellos que las tocan. El miedo que las mujeres sentían hacia los hombres por su superioridad física desaparece y empiezan a pasear por la calle a cualquier hora, sin dejarse intimidar por los hombres.
«Siente un cosquilleo que se expande por la espalda, los hombros, la clavícula. Le dice: puedes hacerlo. Le dice: eres fuerte.»
Personajes de la distopía
La historia es contada a través de varios personajes: Roxy, una adolescente inglesa, hija de mafioso, que quiere perseguir a los asesinos de su madre; Allie, una joven americana que se convertirá en la profeta «Madre Eva», fundadora de una nueva religión para las mujeres; Margot y su madre Jocelyn que seguirán la evolución de las leyes y la política. Y por último Tunde, un joven nigeriano que ejerce como un periodista para comunicar a través de las redes sociales la transformación de las mujeres y del mundo.
La lectura se hace muy amena, ya que la trama esta llena de acción y de intriga. Desde el primer capítulo sabemos que faltan diez años, pero no sabemos para qué. Nuestros personajes tienen que afrontar sus problemas personales, e intervenir en la nueva sociedad matriarcal que se forma.
¿Utopía feminista o distopía anti-feminista?
Lo que al principio podría ser una utopía para algunas feministas, se convierte poco a poco en una distopía que da miedo, y no solo a los personajes masculinos del libro. Todo empieza con algunos grupos de mujeres que se vengan de violadores o se rebelan contra regímenes falócratas:
En Arabia Saudí una manifestante dice a Tunde: «En nuestro país está prohibido que un hombre y una mujer vayan de la mano por la calle. En nuestro país, una mujer no puede conducir un coche. Los coches no son cosas de mujeres.»
Y el miedo empieza a cambiar de bando:
«Ya hay padres que les dicen a sus hijos que no salgan solos, ni se alejen mucho»
«Autobuses solo para chicos los llevaban a salvo a colegios exclusivamente masculinos»
«Al pasar junto a un grupo de mujeres en la carretera que reían, bromeaban y hacían arcos contra el cielo, Tunde pensó: «No estoy aquí, no soy nada, no me miréis, no me veis, no hay nada que ver«.
Lo llamaron, primero en rumano y luego en inglés. El miró las piedras del camino. Ellas le gritaron algunas palabras, obscenas y racistas, pero lo dejaron en paz.
En el diario escribió: «Hoy por primera vez he sentido miedo en la carretera«»
¿Qué 2 mensajes retengo de este libro?
1. La empatía masculina.
Me encanta el personaje de Tunde porque creo que facilita a los hombres que empaticen con la historia y que durante la lectura se imaginen en lugar de las mujeres de nuestra realidad. No solo de la realidad del acoso de las mujeres en la calle. Naomi Alderman hablará sutilmente de muchos otros temas sociales que afectan a las mujeres: el machismo en las editoriales, en la televisión, en la política; los abortos de niñas, la ablación genital femenina, las leyes que imponen a las mujeres depender de un hombre, la revolución islámica de Irán, de la que ya hablé en el artículo sobre el libro gráfico Persépolis.
Los hombres preocupados hablan de irse a Irán para ser protegidos:
«-En Irán no. Así no. No van a cambiar sus creencias de la noche a la mañana y cedérselo todo a las mujeres.
-Supongo que recuerdas que cambiaron de la noche a la mañana cuando cayó el sah y los ayatolás accedieron al poder ¿Recuerdas que fue así de rápido?»
Es por esta empatía masculina que las mujeres feministas recomiendan este libro.
2. La corrupción del poder
Considero que el mensaje más importante de este libro, como ya indiqué en la reseña de La rebelión en la granja, es que el poder puede corromper los más puros valores.
Las mujeres descubren el poder que tienen gracias a su nuevo don de la electricidad:
«No importa que no deba hacerlo, que nunca lo vaya a hacer. Lo que importa es que podría, si quisiera. El poder de hacer daño es un tipo de riqueza».
Pero todas las mujeres no son tan pacíficas y vemos que poco a poco los abusos de poder se invierten.
¿Por qué considero que este libro puede ser contraproducente?
Aunque como he dicho más arriba, este libro puede ayudar a los hombres a entender lo que sufren muchas mujeres, creo también que puede asustar con esa amenaza de venganza. Ya hay hombres que van a campos de entrenamiento para defenderse de mujeres agresivas. Conozco personalmente el caso de un hombre que sufrió mobbing por parte de su jefa. El hecho de ser mujer no nos hace por naturaleza ni más pacíficas, ni menos competitivas. Hay psicópatas femeninas, y mujeres que abusan de las leyes que protegen a una mayoría de víctimas. Así que este libro te hace preguntarte: ¿cómo estar segura de que un matriarcado no será igual de malo o peor que un patriarcado?
Y como es díficil distinguir en el movimiento feminista a las mujeres que luchan solamente por la igualdad, exarcerbar el miedo en los hombres con una historia de matriarcado vengativo, y como consecuencia, hacer que no ayuden a las mujeres a defender la igualdad de género, sería por supuesto contraproducente al feminismo.
Conclusión
Te recomiendo leer este libro si eres hombre y quieres entender las injusticias vistas desde el punto de vista de las mujeres. Si eres mujer y quieres ver un ejemplo de lo que podría ser un matriarcado de venganza. La historia es muy original, está muy bien construida, tiene muy buen ritmo y engancha para leerla rápido, ya que no está nada claro lo que va a pasar al final con esta sociedad.
Para terminar esta reseña me quedaré con una frase del libro:
«Cuando una multitud habla con una sola voz, eso es fuerza y poder»
Quizás la esperanza del feminismo sea luchar hombres y mujeres por la igualdad, y no luchar por cambiar únicamente el poder de manos. Abro debate 😉
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Foto de una ciudad bajo una tormenta eléctrica de Krzysztof Kotkowicz y foto de un hombre corriendo de Joshua Ness, ambas de Unsplash.
