Los testamentos de Margaret Atwood: una secuela distópica social.

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No te esperes que la secuela Los testamentos te impresione tanto como la primera distopía El cuento de la criada. No es posible ya que el mundo que cuenta lo conocemos, y más aún si has visto la serie de Netflix. El mérito de este libro ha sido responder a los lectores que encontraron insuficiente el final de la primera novela, y que pedían más detalles de cómo se derrumbó al gobierno teocrático y totalitarista de Gilead. Y en eso, Margaret Atwood ha hecho un libro muy bueno a pesar de todas las limitaciones que tenía con la historia de la serie de Netflix y teniendo en cuenta que ya hacía más de treinta años que había escrito El cuento de la criada.

El cuento de la criada Margaret Atwood

Resumen Los testamentos:

La historia de Los testamentos tiene lugar quince años después de los acontecimientos narrados en El cuento de la criada. Y está contada por tres mujeres radicalmente diferentes:

  • Una mujer que ha crecido en Gilead como la hija privilegiada de un importante Comandante
  • Otra en Canadá, donde se manifiesta contra el régimen mientras sigue por televisión las noticias de los horrores que allí acontecen
  • Y de nuevo tía Lydia, una de las mujeres más influyentes del sistema, que mueve hilos del poder de manera despiadada.

El libro consta de sus testamentos, de cómo sus vidas convergen y de la descripción desde tres puntos de vista de la decadencia de la República de Gilead.

Temas sociales que destacan en este libro distópico:

He querido citar cinco temas que me han marcado durante mi lectura de Los testamentos. Prefiero recomendarte leer estos temas una vez que hayas leído el libro, porque no puedo evitar dar algunas informaciones que podrían considerar ligeros spoilers, aunque no desvelo la trama.

1. La condición de la mujer

Evidentemente que el tema social que más sobresale de este libro vuelve a ser la condición de la mujer. Y lo vemos por ejemplo en que Gilead ha institucionalizado la pedofilia casando a jóvenes de apenas 13 años con viejos comandantes. Una situación similar a la que existe y que ha existido hasta hace poco en algunos países tan conocidos como India.

Pero también hay otros mensajes:

  • El aspecto físico de las mujeres parece importante para posicionarse socialmente en Gilead
  • El hecho de llevar pantalón está visto como rebelión o incluso pecaminoso
  • El poder de seducción de la mujer es visto por primera vez por una adolescente como algo abusivo:

“… de modo que así es como las mujeres consiguen lo que buscan, pensé. Si están dispuestas a engatusar, a mentir y a traicionar su palabra. Sentí asco de mí misma, pero como veréis eso no me detuvo…”

  • Las leyes de Gilead protegían a los hombres: cuatro testimonios de mujeres equivalían a uno de un hombre. Y solo cuando las mujeres eran mayores de edad. Lo que favorecía la violación de niñas.

2. La dignidad humana

Es sorprendente como la historia de la formación de la República me hace pensar en el sistema nacista contra los judíos. El pasaje donde tía Lydia cuenta como pasó de ser jueza a ser parte de la República es impactante. Al principio llevan a las mujeres a un Estadio, lo que me hizo pensar en el hecho real del velódromo de invierno de Paris a donde llevaron a los judíos franceses. Por si no conoces la historia, te dejo un enlace wikipedia. Pero no solo ocurrió en Francia, te dejo descubrir más en los relatos del libro gráfico Maus sobre la Segunda Guerra Mundial.

Novela gráfica Maus autobiografía de la Segunda Guerra Mundial.

Tía Lydia explica que no se les daba papel higiénico (reconozco que me hizo sonreír ya que lo leí durante el confinamiento…), y no tenían a penas agua para lavarse, ni compresas higiénicas para cambiarse:

“Nos estaban degradando a la condición de animales, animales de redil, a nuestra naturaleza meramente animal. Nos estaban restregando las narices en esa naturaleza. Querían que perdiéramos la dignidad humana”.

3. El concepto del bien y del mal

Lo que más me impactó de este libro es el concepto de “el bien y el mal” representada en el personaje de tía Lydia, una kapo de Gilead.

Nos educan con cuentos e historias donde hay unos personajes buenos y otros malos. En realidad, toda nuestra vida nos vemos como los buenos, e incluso las personas que son vistas como los malos por otras, se justifican a sí mismos como buenas personas. Esto demuestra nuestra visión parcial de nuestra realidad subjetiva, pero también que nunca hay un mundo o blanco o negro, y que existen toda una gama de grises que pueden explicar muchas cosas.

Es por eso que me gustó mucho el relato de Ted Chiang: “El infierno es la ausencia de Dios”, donde el escritor nos habla de un mundo y personajes llenos de grises.

Ted Chiang los 8 primeros relatos

Pero si seguimos con una secuela, no puedo dejar de citar el fanfic Wicked de Gregory Maguire, donde el escritor quiso contar la visión del Mundo de Oz desde el punto de vista de la bruja mala. Hace que veas la historia de Dorothy de otra manera.

Volviendo a Los testamentos, la tía Lydia nos descubre su pasado, cómo llegó a ser jueza, y cómo pasó a ser una de las más importantes tías de la República de Gilead. Su versión la hace gris, y no tan mala como la habíamos visto en El cuento de la criada donde ya ejercía ese papel de Kapo:

“Das un primer paso y, para escapar de las consecuencias, das el siguiente. En tiempos como los que vivimos, existen solo dos direcciones: ascender o irse a pique”.

Tía Lydia desafía incluso a un hipotético lector y le empuja a reflexionar sobre sus proprias elecciones si él también hubiera estado confrontado a esa infame colaboración.

4. El adoctrinamiento

Tras lo que había contado en el artículo de El cuento de la criada sobre el adoctrinamiento, tenía curiosidad de ver como Margaret Atwood presentaba a sus personajes, aquellos que no habían conocido el mundo antes de la república de Gilead. Y quizás esa ha sido mi única decepción, ya que me ha faltado un personaje que fuera designado para ser criada en Los Testamentos. No encuentro ningún test de fertilidad que pueda ser determinante, como si la esclavitud desapareciera en las nuevas generaciones, esperando que las niñas fueran todas fértiles, visto que sus madres lo eran.

Vemos en cambio que la nueva generación de mujeres tiene una versión diferente de lo que eran las criadas, ya que les habían contado que antes habían sido fulanas. Que su esclavitud era el castigo por su vida degenerada de antes. Como si lo merecieran. Es un ejemplo de la manipulación de la historia que veríamos en un libro distópico como 1984 de George Orwell.

Distopía 1984 George Orwell análisis

En cualquier caso, existen algunos personajes que no luchan contra el sistema, sino que están muy contentos de pertenecer a la élite de las Esposas. ¿Están adoctrinados?

5. La captación

Parece pues que las criadas desaparecerán, pero lo que Margaret Atwood nos hace descubrir son las Perlas, que son como novicias, que antes de ser Tías, tienen que convertir en el extranjero a otras mujeres para hacerlas venir a Gilead. Eso me hizo más pensar en la captación, un tema del que ya hablé indirectamente con el libro La gente del Margen.

El hecho de que fueran buscando adolescentes para mandarlas a Gilead, donde les esperaba una vida completamente diferente de la que vendían, me hizo sobre todo pensar en las jóvenes que se convirtieron al yihadismo en occidente y en el libro En la piel de una yihadista.

Toda la formación de las tías me recuerda a los conventos de religiosas, con el voto de obediencia y disciplina.

Libro distópico basado en la historia

Tanto El cuento de la criada como Los testamentos me hacen pensar en la Segunda guerra mundial y en la revolución islámica de Irán; pero Margaret Atwood ha sabido en esta secuela actualizar con temas sociales como la captación que están recientes en mi memoria con el yidahismo.

Esteban Bentancour en su artículo sobre Los testamentos cita las similitudes que encontraba entre 1984 y El cuento de la criada, confirmando que vuelve a verlas en este libro. Es un artículo que recomiendo leer por su análisis narrativo sobre los limites de escribir una secuela.

Por mi parte, veo todavía muchas similitudes con El diario de Ana Frank, no solo por la redacción en forma de diario, pero también en sus personajes adolescentes y por el contexto histórico que describen. Y en esta segunda parte Margaret Atwood utiliza una trama similar al libro de Naomi Alderman El Poder siguiendo a varios personajes sucesivamente en el tiempo. No sería de extrañar visto que Margaret Atwood ha sido la mentora de Naomi Alderman.

Reseña distopía matriarcado El Poder de Naomi Alderman

Lo que no hay ninguna duda es que estamos frente a una distopía una vez más basada en nuestra historia real.

Conclusión

Los testamentos es un libro apasionante. Las hojas se pasan solas, o con avidez. E incluso si en los últimos capítulos la acción tiene un resultado evidente, y estaba menos intrigada por lo que iba a pasar, los leí muy rápido. Lo importante ha sido leer cómo se iba tejiendo la caída de la República. Si te gustó El cuento de la criada, esta secuela Los testamentos merece mucho la pena ser leída.

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