¿Qué es el cyberpunk? Neuromante y Snow Crash

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Buscando libros distópicos (ver qué es distopía) que me hicieran pensar en temas sociales y en el mundo en el que vivimos, encontré historias catalogadas como cyberpunk. He de reconocer que estuve muy desorientada leyendo los libros que analizo en este artículo. Por un lado, me gustaban los temas que abordaban, pero, al mismo tiempo, no me convencían por el aire de novela negra y de acción que tenían, y seguramente también por mi falta de empatía con los personajes.

Con este artículo he querido que descubras lo que es el cyberpunk y algunos de los temas sociales que he encontrado en dos libros muy representativos de este subgénero: Neuromante y Snow Crash.

¿Qué es el cyberpunk?

El cyberpunk es un subgénero de la ciencia ficción donde se mezclan el mundo cibernético/informático y la cultura punk como paradigma social o cultural. Refleja visiones distópicas del futuro con tecnología avanzada y un capitalismo exacerbado por megacorporaciones en contraposición con una sociedad con un bajo nivel de vida. Es por eso que hay quien lo considera un subgénero de la distopía.

Para entender bien qué lo hace especial, hay que saber lo que fue el movimiento punk que surgió en los años 70 bajo la influencia de bandas de garaje rock agresivo y transgresor. Se trataba al principio de un fenómeno estético-musical, que con el tiempo fue convirtiéndose en un movimiento estético-filosófico, con discursos afines a los revolucionarios, incluso a los anarquistas. Esta corriente anticultural se podría resumir en 3 lemas: “hazlo a tu manera”, “rechaza los dogmas y cuestiona todo”, “desprecia las modas y la sociedad de masas”. Lo que hoy llamaríamos probablemente como “antisistemas”.

Foto de punks años 70

Origen del término Cyberpunk

El término cyberpunk surgiría hacia los años 80 para referirse a los libros distópicos con hackers como protagonistas, mundos virtuales e inteligencias artificiales. Marcado por una lucha desesperanzada de unos jóvenes o de unos marginados frente a un sistema capitalista establecido. Todo ello con una estética del movimiento punk y un ambiente que tira hacia la novela negra.

Fue el escritor Bruce Bethke quien acuñó este término para su historia corta “Cyberpunk” que no se publicaría hasta noviembre de 1983.

Hay quien considera que este subgénero consiguió atraer a lectores jóvenes hacia los libros distópicos y el género de la ciencia ficción. Lo equivalente en nuestros días a las distopías adolescentes como la trilogía de Los juegos del hambre.

Libro distópico adolescente Los juegos del hambre cyberpunk

Libros Cyberpunk clásicos:

El cyberpunk está muy presente en la película Blade Runner de Ridley Scott de 1982, basada en la novela de Philip K. Dick “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?” de 1968, publicada antes de que el término cyberpunk fuera acuñado.

Cyberpunk película Blade Runner

Algunos de los libros que los amantes de este subgénero citan como referencia de la revolución cyberpunk son:

  • Neuromante de William Gibson (1984)
Cyberpunk libro distópico Neuromante
  • Snow Crash de Neal Stephenson (1992)
Cyberpunk Snow Crash qué es distopía
Cyberpunk libro distópico Las leyes del mercado
  • La chica mecánica de Paolo Bacigalupi (2009)
Cyberpunk libro distópico La chica mecánica

Estos son algunos ejemplos, pero hay muchísimos más. En este artículo solo te hablaré de dos libros: Neuromante y Snow Crash, por las similitudes que he encontrado entre ambos, muy características del subgénero.

Resumen de Neuromante:

En un futuro relativamente cercano, dentro de una sociedad con tecnología avanzada, la realidad y la realidad virtual se mezclan constantemente. La mala fortuna lleva al protagonista Case, un hacker drogadicto que se ganaba la vida hurtando información en el ciberespacio, a la ciudadela de un clan industrial dueño de la IA. Durante miles de años los hombres soñaron con pactar con el diablo. Solo ahora ese pacto es posible.

Resumen de Snow Crash:

También en un futuro cercano, los americanos solo destacan haciendo cuatro cosas: música, películas, programas informáticos… y repartir pizza en menos de treinta minutos. En el mundo real, Hiro Protagonist trabaja de repartidor para Pizzas Cosa Nostra, Inc., pero en el Metaverso (el ciberespacio) es un príncipe guerrero. Y en el Metaverso se enfrenta con algo aún más terrible que la posibilidad de llegar tarde a una entrega: el enigma de un virus que amenaza con provocar el infocalipsis.

Temas sociales y Conceptos comunes en Neuromante y Snow Crash :

Ciberespacio

William Gibson (autor de Neuromante) fue quien acuñó el término ciberespacio (con su relato Burning Chrome de 1982 como «the mass consensual hallucination» in computer networks). También se anticipó a internet, que se desarrolló a partir de los años 90, describiéndolo en su libro como una red accesible desde cualquier computador o incluso implante cerebral que tuviera una interface. En su libro, ese ciberespacio era más bien una realidad virtual que denominaría varias veces como matriz: un vasto espacio tridimensional. Dicen que este libro ha inspirado la película “Matrix”.

Cyberpunk película Matrix

En Snow Crash, el ciberespacio es el Metaverso. Neal Stephenson fue uno de los primeros en utilizar el término “avatar” (la encarnación terrestre de un Dios) para citar a los entes virtuales que cada uno puede crearse en el ciberespacio. Es muy interesante descubrir las reglas que impone sobre la conexión y desconexión al Metaverso, sobre la renderización de los rostros, sobre la altura, el color o incluso sobre el aspecto sólido de los cuerpos cuando se agrupan en la entrada de bares selectos del ciberespacio.

Referencias a la cultura japonesa.

En Snow Crash el protagonista, Hiro (o Hiroaki) Protagonist, además de su nombre y su medio origen asiático, se pasea con una espada larga o katan, y una espada corta o wakizashi.

En Neuromante, el protagonista Henry Dorsett Case empieza su historia en Japón, tratando de recuperar su sistema nervioso para conectarse de nuevo al ciberespacio.

Las mafias y las empresas multinacionales

En Snow Crash, las mafias son empresas (ya que no hay leyes que les regulen). Como ejemplo, se cita Narcolombia y sus hojas de coca, la italiana Nova Sicilia, la japonesa Yakuzas y sus empresas farmacéuticas que han construido una planta de elaboración de cocaína en Mexicali.

En Neuromante,

“el poder significa poder empresarial. Las multinacionales, vistas como organismos, habían conseguido una especie de mortalidad. No podías matar a una empresa asesinando a una docena de ejecutivos importantes; habría otros para ascender al puesto vacante.”

Un mercado negro se había formado para añadir a los cuerpos humanos implantes, empalmes de nervios y microbiónica.

La polución

En Snow Crash, las referencias al desastre climático son numerosas. En ese futuro cercano ha habido inundaciones causadas por deforestaciones en India que se tragaron Bangladesh y degeneraron en una guerra hidrológica. El efecto invernadero ha aumentado la temperatura hasta los cuarenta y tres grados y la humedad es muy alta. En las ciudades se respiran contaminantes industriales: aminoácidos, restos de amianto, pintura antioxidante, metales pesados. Se critica a los sistemas de climatización y la polución del freón (compuesto que se utilizó desde 1874 hasta su prohibición en 1987, antes de la publicación del libro).

En Neuromante se describen ciudades sórdidas con cielo gris. El aire está tan empeorado que la mitad de la gente lleva máscaras filtradoras. Pero no detalla mucho más los problemas climáticos.

El negocio de la información

En Snow Crash, Hiro además de repartidor de pizza es también hacker (programador) y tiene un trabajo auxiliar: cazadatos independiente para la CCI (la Corporación Central de Inteligencia de Langley (Virginia)). Varias veces se cita la información como mercancía importante, y los algoritmos sirven para llevar a cabo actividades esenciales a la sociedad.

Mundo digital algoritmos

En Neuromante, los vaqueros o hackers como Case se ganan la vida hurtando información, conectando sus cerebros en el ciberespacio.

“y alrededor de uno, la danza de los negocios, la información interactuando, los datos hechos carne en el laberinto del mercado negro”.

Es curioso que libros publicados en 1984 y 1992 tuvieran tan claro que el capitalismo se orientaría hacia lo que Yuval Noah Harari llama en 2020 “el dataísmo” en su libro Homo Deus.

Los implantes y la genética

Desde el principio de Neuromante entendemos que los cuerpos pueden ser enteramente reconstruidos. Uno de los personajes que se cruza Case en el primer capitulo tiene 135 años gracias a la reprogramación de su código genético, y los empleados de una empresa Mitshubishi-Genentech tenían tatuados el logo en el dorso de la mano, y se les implantaban avanzados microprocesadores que registraban los niveles de mutágenos en el torrente sanguíneo. Algún otro personaje había modificado sus pupilas para captar la luz como un gato. Sin hablar de la criogenización y de las drogas citadas varias veces en el libro.

En Snow Crash, se nos habla de chutes de testosterona para potenciar artificialmente los músculos y del implante de electrodos en el cerebro, o incluso el injerto de una antena en la base del cráneo. También existen drogas.

Quiero destacar también un personaje, que dicen que es el que provoca más empatía en algunos lectores de Snow Crash (y estoy de acuerdo 😊) : La criatura rata, una Unidad Guardiana Semiautónoma A-367. Se trata de un perro del tamaño de un rottweiler, con el cuerpo segmentado en láminas rígidas superpuestas, como el de un rinoceronte. Con componentes biológicos. Es decir, un perro biónico.


¿Qué destaco de Neuromante?

Algo que me sorprendió de esta novela es el protagonismo de la Inteligencia Artificial en la historia.

Para empezar, entendemos que las inteligencias artificiales son borradas por agentes de “Turing” (curiosa la referencia, ¿verdad?).

“Verás, esos aparatos pueden trabajar muy duro, encontrar tiempo para escribir libros de cocina o lo que sea, pero en el minuto —quiero decir el nanosegundo— en que una de ellas comience a buscar formas de ser más lista, el Turing la borra. Nadie se fía de esas hijas de puta, ya lo sabes”.

Y a medida que avanza la historia, la manipulación que la IA ejerce en lo que ocurre será cada vez más palpable para el protagonista Case.


¿Qué destaco de Snow Crash?

De los dos libros, he de reconocer que Snow Crash me ha resultado más interesante por los múltiples temas sociales que aborda, además de los ya citados en común con Neuromante:

1. Su crítica de la globalización:

“…hemos dejado escapar nuestra tecnología a otros países; ahora todo se ha homogeneizado (…) y han conseguido reducir a la nada nuestra ventaja en recursos naturales; ahora que la Mano Invisible ha cogido todas las desigualdades históricas…”

2. Las múltiples referencias al consumismo.

Muestra muchos productos que hoy forman parte de nuestra vida cotidiana: un centro comercial donde se puede hacer la compra sin bajarse del coche, la fibra óptica, la evolución de las bibliotecas hacia los soportes numéricos, un lector de código de barras e incluso un interfaz Tierra que me ha hecho pensar en Google Maps y Google Earth. Me sorprendió en cambio que hablara de comidas sin glutamato (sin gluten!) ya que no es un tema del que se hablara mucho hasta hace unos diez años.

3. Su crítica de la comunicación a través del ciberespacio.

Existen personajes que reivindican en la historia la preferencia por un trato personal, a la antigua usanza:

“Cuando mi madre cumple años voy en persona y le doy un beso”

Esto me hizo pensar en el confinamiento, el contacto digital no reemplaza el de verdad.

4. La crítica de los federales o asalariados de grandes empresas.

En el libro los federales son funcionarios del ejército, el FBI, la armada y otras fuerzas especiales. Pero no son los opresores del sistema, como podríamos pensar. Los describe más bien como víctimas, y justifica aún más la rebelión anti-sistema del protagonista.

  • Critica la presión ejercida por el poder de la jerarquía hacia los federales: registro de orificios corporales como castigo de insubordinación, puestos de trabajo con gestión de datos para poder ser remplazados en cualquier momento, y prohibición de comer y fumar en exceso para reducir el seguro médico.
  • Critica el maltrato psicólogico al que están sometidos por no tener un despacho fijo: cada día se sientan en la primera estación de trabajo libre que encuentran. Es lo que en las grandes empresas llaman “open space dinámicos”, y que se generaliza cada vez más.
  • Critica la burocracia que les rodea con programas de austeridad largos y tediosos. Durante varias páginas nos habla de un producto que, en caso de carencia, puede ser complicado de gestionar: el papel higiénico. Tras el confinamiento y la desaparición de las estanterías de supermercados del papel higiénico, leer varias páginas de explicación sobre la manera de gestionarlo, con federales que tienen que llevar su propio rollo de papel al trabajo, me pareció curioso, y me demostró hasta qué punto no éramos conscientes de la importancia de algunos productos de consumo antes de la pandemia del covid. Neal Stephenson lo tenía claro. 😊

5. Y para terminar, Snow Crash habla de un mundo elitista donde la información es el nuevo poder:

“Tenemos una inmensa masa laboral analfabeta o que simplemente no lee, y que depende de la televisión, que es una especie de tradición oral. Y tenemos una pequeña élite que ocupa el poder, extremadamente culta, básicamente la gente que se conecta al Metaverso, que comprende que la información es poder y que controla la sociedad porque tiene la capacidad cuasimística de hablar el idioma mágico de los ordenadores”.

No estamos muy lejos de esta sociedad, como ya comenté en el artículo sobre el ensayo francés del mundo digital, salvo que ahora se ha formado a muchos informáticos para que sigan siendo “federales” y la élite no cambie mucho. ¿Acaso el cyberpunk asustó a la élite? ¿O simplemente creó vocaciones profesionales?

Conclusión

Creo que el cyberpunk puede ser un subgénero que guste a los informáticos, a los amantes de Matrix, Blade Runner, de películas de acción con mundos de realidad virtual y con IA. Recomiendo descubrirlo a todo el mundo, aunque no sea tu estilo de predilección, ya que está cargado de temas sociales muy interesantes.


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La foto de de la portada es de Shot by Cerqueira; la foto de los jóvenes punk es de Viktor Forgacs; la foto de los datos que fluyen es de Markus Spiske. Todas sacadas de Unsplash.

Esta entrada tiene 2 comentarios

  1. Santiago

    Buen artículo.
    Esta temática siempre me ha interesado sin atender el subgénero al que pertenecía.
    Saludos

    1. Lola Mérida

      ¡Gracias Santiago! Me gusta analizar el contexto histórico en el que se escriben algunos libros. La descubrí hace poco por estar muy relacionada con la distopía. Un saludo enorme 🙂

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