El apocalipsis en La Carretera de Cormac McCarthy

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Algo que me ha preocupado durante este confinamiento han sido las colas en Estados Unidos para comprar un arma. Y ha dado la casualidad de que, aunque no era el mejor momento, me entraron ganas de leer el libro post-apocalíptico La carretera de Cormac McCarthy. Y varios temas sociales surgieron en mi cabeza durante su lectura. ¿Por qué en caso de dificultades sacamos el lado oscuro de la humanidad? ¿Por qué apocalipsis se asocia a violencia, agresividad y sálvese quien pueda?

Resumen de La carretera de Cormac McCarthy

El apocalipsis llegó. El mundo está arrasado, cubierto de cenizas y cadáveres. Entre los sobrevivientes, un padre y su hijo andan por una carretera, empujando un carrito lleno de objetos diversos. Bajo la lluvia, la nieve o con frío, avanzan hacia el calor del sur con miedo: unas hordas de caníbales salvajes aterrorizan al resto de la humanidad. ¿Sobrevivirán a su viaje?

La carretera Cormac McCarthy apocalipsis bosque gris

El escritor encuentra el tono justo para hacernos sentir el ambiente de angustia en el que vive el padre, queriendo proteger a su hijo, su única razón para vivir. Es tal la carga emocional de este libro que no te deja indiferente, e hizo que Cormac McCarthy ganara un Pulitzer en 2007. La historia fue llevada a la pantalla en 2009 por John Hillcoat y el actor Viggo Mortensen.

Temas sociales en La carretera

Este libro me ha hecho reflexionar sobre la condición humana en un periodo de dificultades. Aquí van los cuatro temas que me han marcado en esta lectura:

1. El apocalipsis y la separación entre los buenos y los malos.

Esta idea de formar parte de los buenos y no de los malos es algo que persigue al padre y al hijo desde el principio de la historia y hasta el final.

El padre quiere transmitir a su hijo la desconfianza y el peligro que corren. Y como el niño es curioso, a medida que avanza la historia le pregunta si la gente que cruzan son buenos o malos. Se pregunta incluso si ellos son buenos o malos. El padre posicionará la línea de separación entre estos dos grupos diciéndole que los que matan para comer a otros hombres son los malos. Y tendrán ocasiones de cruzarse con algunos.

“¿Cómo puedo estar seguro de que ustedes forman parte de los buenos?

No puedes estar seguro. Es un riesgo que debes tomar.”

Mientras que en el artículo de Los testamentos de Margaret Atwood explicaba que me gustaban los personajes grises, ni buenos ni malos, es cierto que en momentos difíciles de la vida parece que algunos criterios como el canibalismo podrían dividir la humanidad en buenos y malos, sin ninguna posición intermedia.

Reseña Los testamentos libro distópico de Margaret Atwood

Creo de hecho que esa noción de buenos y malos de la sociedad apocalíptica forma parte del ADN de todo buen libro apocalíptico.

Los libros apocalípticos existen desde dos siglos antes de Cristo y han continuado hasta nuestro día, aunque ahora los cataloguemos en ciencia ficción y no en libros religiosos como la Biblia. En el Nuevo Testamento el Apocalipsis interpreta la historia presente como la fase final de la guerra del demonio contra Dios. Quizás es por eso que en los libros apocalípticos encontramos también una separación de la población entre los buenos y los malos. Los demonios del Apocalipsis de la Biblia son también hombres con falsas doctrinas o comportamientos, que idolatran el oro, plata y bronce (símbolo de la riqueza) y no forzosamente el diablo.

Pero en la realidad, si tuvieramos que vivir una apocalipsis, ¿nos volveríamos todos locos a atacar a los demás para sobrevivir? ¿o nos reunificaríamos entorno a sociedades de ayuda mutua? Quizás los libros apocalípticos predicen algo que no ocurrirá nunca.

2. Libros apocalípticos y la esperanza religiosa.

En el Apocalipsis del Nuevo Testamento, tras varios sellos y trompetas cargados de pueblos invasores, guerra, hambre, muerte, martirios, meteoritos, cataclismos climáticos e incluso una plaga de langostas; hay un final feliz donde los ángeles vencen a los demonios y una nueva humanidad es creada (humanidad, y no nueva normalidad… no confundamos 😉). Una especie de paraíso divino.

Sí, aunque la mayoría de lo que conocemos sean historias fatalistas, el Apocalipsis con el Juicio Universal representa la victoria del bien sobre el mal. En realidad, son historias que estaban escritas para dar esperanzas a los cristianos que atravesaban momentos difíciles. Y situado en el contexto histórico en el que eran exterminados por oponerse a la religión y al modo de vida de los romanos, es evidente que este libro apocalíptico debió ser útil.

Por eso es curioso encontrar en libros post-apocalípticos actuales una esperanza asociada a valores religiosos del lado de los buenos. Es el caso de La gente del margen, pero también de este libro de La carretera. Como si para reconstruir la humanidad tuviéramos que volver a organizarnos como en las civilizaciones antiguas alrededor de creencias religiosas.

Reseña La gente del Margen novela post apocalíptica

En el libro habrá constantemente el dilema moral de ayudar a los demás o ayudarse solo a sí mismos. Las religiones existieron en la antigüedad para responder a esa clase de dilema. ¿Necesitaremos valores religiosos para reconstruirnos tras un apocalipsis?

3. El apocalipsis y las armas

Como decía al principio del artículo, los americanos hicieron colas para comprar armas o municiones durante el confinamiento, en esta época que muchos consideran una distopía. Y siempre nos quedará la duda de lo que podría haber pasado si el gobierno americano no hubiera asegurado protección y cuidados a todos los enfermos de covid19, tuvieran o no seguro médico. Desgraciadamente hemos vivido otras catástrofes que han mostrado el aumento de robos y violencia entre la población. Los huracanes Katrina, Irma o María son ejemplos recientes.   

En La carretera sabemos desde el principio que hay que estar armado. Si ya no para defenderse, al menos para suicidarse antes de sufrir el martirio de otros hombres. Y eso añade una carga emocional a la historia: ¿será el padre capaz de matar a su hijo y suicidarse para no sufrir? ¿tendrá que llegar a una situación tan extrema?

“Miraba al pequeño dormir. ¿Serás capaz de ello? ¿Llegado el momento? ¿Serás capaz de hacerlo?”

Como muchos europeos, no soy partidaria de tener un arma en casa, ni para cazar, ni para protegerme. Pero saber que en un momento apocalíptico y de crisis habrá gente malintencionada que estará armada me hace pensar que me convertiría directamente en una víctima.

Y es que en la vida real sabemos que todos los finales no acaban con la victoria de los buenos como en el Apocalipsis de la Biblia. Así que en un mundo donde estaríamos forzosamente polarizados en buenos o malos en función de un criterio como el canibalismo, ¿por qué creer que serán los buenos los que sobrevivirán? Sobre todo, si “los buenos” no están armados, pero los caníbales sí.

Pero Cormac McCarthy no se hace esta pregunta. En su libro de La carretera el padre enseña a su hijo como utilizar la pistola. En este mundo post-apocalíptico buenos y malos están armados, pero son los únicos sobrevivientes.

4. Paternidad y formación de las futuras generaciones

Todo el libro es una oda al amor paternal y es lo que más marca a los lectores. Está cargado de emociones de un padre que se preocupa por su hijo, y de un hijo que tiene miedo de perder a su padre.

Pero el vínculo es tan fuerte que el autor nos hace ver que el hijo es la única razón que tiene el padre para querer sobrevivir.

“Y más tarde en la oscuridad: ¿Te puedo preguntar algo?

Sí, claro

¿Qué harías si me muero?

Si te mueres, querría morirme también

¿Para poder estar conmigo?

Sí, para poder estar contigo

Vale.”

Lo que más me ha gustado de esta relación es cómo el padre trata de enseñar a su hijo. Para empezar le habla del mundo antes del apocalipsis, ya que el hijo no lo conoció. Pero también trata de hacerle madurar con consejos: que hay que observar bien y estar atentos, que hay que pensar las cosas dos veces, que no hay que faltar a las promesas…

“Cuando sueñes con un mundo que no ha existido ni existirá nunca, y que después te sientas de nuevo feliz, entonces, es que ya habrás renunciado. ¿Entiendes? Y no puedes renunciar. No te lo permitiré.”

Le dice a su hijo tras una pesadilla.

Conclusión:

Te recomiendo La Carretera si quieres sentir la emoción del miedo, de la preocupación y del amor padre-hijo. El suspense es como en el libro de La larga marcha: quieres saber lo que les va a pasar ya que la mayoría conocemos la relación padres-hijos. No es un libro con mucha acción, aunque evidentemente hay momentos de tensión en los que no puedes dejar de leer. Es sobre todo un libro donde las descripciones de acciones simples, lugares y cosas toman una proporción muy importante, y hacen que esta historia sea única.


Te recominedo leer La carretera de Cormac McCarthy pero también la película, que apenas se toma libertades con respecto al libro, aunque me descolocaron los actores, ya que me había imaginado los personajes diferentes, sobretodo el hijo.

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Foto de un bosque tras un fuego de Jamie Hagan, encontrada en Unsplash.

Esta entrada tiene 2 comentarios

  1. fran

    Extraordinario libro. Y gracias a dios, uno facilito de leer, que Cormac se las trae.

    1. Lola Mérida

      Cormac tiene una prosa excelente. Menudo escritor!

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